Adiós 2015, que gracias.




Cada 31 de diciembre es liberador, uno siente que este día, le quita peso de los hombros y es el fin de lo malo o el comienzo de lo bueno... Y no es así, es solo una fecha. Si tenemos suerte y mañana estamos vivos, somos los mismos de hoy, con las mismas taras y las mismas posibilidades. Agrupar los días, nos sirve para hacer listas y recuentos, tener nostalgias momentáneas, miedos vanos, y optimismos que solo duran, lo que duran las cabañuelas.

Los años son, señores, lo que nosotros queramos que sean, un montón de oportunidades agrupadas, o 365 posibilidades de sufrir. 

Pero como no todo es blanco o negro, esta vuelta al sol, ha sido una montaña rusa de emociones, con subidas llenas de dicha y bajadas a lo más profundo de mis posibilidades. Ha sido un año de aprendizajes, de reencuentros, de terminar ciclos, de saber que en esta vida, nada se puede dar por sentado, de levantarse, de hacerle al mal tiempo buena cara y avanzar. Ha sido un año de infinito amor, de apoyo, de unión y lealtad, un año de esos que pone a prueba todo y que nos enseña  que la vida, es mejor en compañía... Que juntos, podemos con todo, que la familia y los amigos son nuestro pilar y que tu, mi vida, eres mi mayor tesoro.

Adiós 2015, te despido sin rabia, con claridad mental y el corazón sano, te despido con gratitud y libertad. Me quedo con el amor. Bienvenido seas 2016, ojalá nos trates bien, intentaremos agarrarnos fuerte para no caernos en tus curvas, estaremos esperándote con la frente en alto y con ansias de aprovechar tus 365 motivos. Jugaremos juntos esto, si la vida nos deja, y viviremos cada aventura con toda la pasión que amerite, sin tapujos, sin nudos en la garganta, liberando el alma en cada paso, y siempre, de tu mano, que es donde está mi paz, y con ellos, que son nuestra felicidad.

Adiós 2015, gracias por lo prestado. Llévate contigo todos tus afanes y desvelos, todo el ajigor de los cambios, toda la ansiedad. Ven rápido 2016, que ya te tengo planes, que te viviré con calma, con ritmo tropical, con la cadencia de estas latitudes y el respeto de los años. Vete ya, año moribundo, llévate contigo tus dudas, tus miedos y soledades, que yo me quedo aquí, con los recuerdos y sentires, con los sueños y los lazos. Ojalá el 2016 venga con paciencia, que traiga sosiego.

Adiós 2015, siempre nos quedará Madrid. Nos quedarán los caminos, y los compañeros de viaje, nos quedarán las historias, los vinos y las estaciones. Pero vete ya, se te hace tarde. Ya estoy en casa, ahora, vete tú año salvaje, llévate tus lágrimas y déjame la seguridad de los olores conocidos. Llegas tú, año héroe, año salvador, año cercano, año esperado, y te necesito..

Adiós 2015, acaba de irte de una vez que yo, ya veo el sol brillar entre las nubes.

Comentarios

Entradas populares