Pormenores

Madrugo para estirar mis rituales… remolonear en la cama, ducharme despacio, desayunar como jubilada…

Me gusta el té recién hecho y ponerle unos hielos a la tasa para que la temperatura sea perfecta. Soy cafetera por obligación, mi energía vital es la de un iPhone de más de 5 años. 

8 pasadas de desodorante por cada lado o 12 si el día es largo. No 10 u 11, deben ser 8 o 12. Esa es mi formula del éxito.

6 disparos certeros de perfume y voilá, a la vida que se hace tarde.

Subir escaleras se me hace agotador. Pero no porque me duelan las piernas o me falte el aire, subir escaleras es agotador porque me veo obligada a contarlas: 1, 2 , 3, 4, y otra vez lo mismo en el siguiente bloque 1,2,3,4,...

Madrugar para hacer pachorra, hacer pachorra para madrugar, madrugar para procrastinar, pachorra para estar de afán, procrastinar para madrugar, madrugar para hacer pachorra.

Rutinas y rutinitas, manías y chocheritas… no me gusta tomar agua fría, no salgo sin bloqueador, no puedo estar en mi casa con ropa de calle, (odio la ropa de calle), no me gustan las joyas, amo los tenis, no me pinto las uñas, no me pinto el pelo. Me pica la ropa pegada y todos los zapatos me hacen daño.

Duermo perfecto así el mundo se me esté derrumbando, impávida.

No tolero las críticas ni me gustan los consejos. Odio los instructores de gimnasio. Soy rebelde por naturaleza, no soy chismosa y me molesta la gente que lo es, no siento envidia nunca y soy noble (a priori). 

Me dan asco los mocos y no me ducho descalza sino en mi casa. No comparto vasos ni cubiertos. 

Me gusta estar en mi casa, soy tv adicta. Tengo un hechizo que me impide leer libros hace varios años. No creo en hechizos, en ángeles, en santos, en el horóscopo, en brujas o en energías.

No me gustan mucho los comediantes, odio los payasos y mi sueño frustrado es ser cantante de bar. Me gusta la música y me sé muchas canciones.

Tengo el peor umbral de dolor del mundo y me pongo anestesia hasta para una cita con el odontólogo. 

Soy seca y fría pero muy buena amiga. Amo los animales y verlos sufrir es lo que más fácil me hace llorar. 

Amo las rutinas en el día día pero necesito cambios en mi vida y nuevas ilusiones o me aburro. 

Soy fan de Arnold Schwarzenegger y de La Roca, de Sabina, de Freddy Mercury, de Andrés Caicedo y de Juan Gabriel… así de variopintos son mis quereres.

Soy muy seria excepto con mi círculo cercano. No soy tímida. Soy algo anti social.

Soy desordenada y despistada, no pongo nunca despertador porque mi reloj biológico lleva despertándome a las 6 am toda mi vida, amo cumplir años.

Me gusta decir piropos a los demás, soy comelona y algo hedonista. Fui hippie hasta que probé un desayuno de hotel pero me quedó lo bohemia.

No me gusta ir a terapia, ni ahondar en mis emociones (a veces creo que no las tengo). Puedo guardar un secreto que me hayan confiado, hasta la muerte. Soy incorruptible y mi súper yo es gigante. 

Nunca he probado un cigarrillo. Me gusta la cerveza y el vino lo aprendí a querer con los años. Le pongo limón al arroz chino y sal a la piña, mango y manzana.

Odio los girasoles y no me gusta que me den flores (cortadas). No me gustan las sorpresas ni las serenatas. Odio la poesía aunque escribí algunos poemas en mi vida. 

Soy resiliente y práctica. Nunca me quedo pegada en el pasado, huyo de donde no soy feliz, mis vísceras toman gran parte de mis decisiones. Soy algo malgeniada y me cuesta superar un disgusto o decepción rápidamente. 

No podría estar con una pareja solo por costumbre, necesito sentir mariposas, amor profundo y emoción para quedarme. 

Tengo una autoestima de 10/10, me siento guapísima y brillante. No me gusta ser elegida sino elegir. Soy la persona menos competitiva de la historia, me produce ansiedad competir.

Odio los libros de auto ayuda, el coaching, los retiros espirituales, la meditación y el mindfulness. Creo en Dios a mi manera pero no en la religión (no profeso ninguna).

El chicle me da fastidio después de 10 minutos en mi boca, me molesta el aire acondicionado y duermo con cobija en Cali. Disfruto mucho de manejar aunque lo hago despacio y regular.

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Este texto estará en construcción (deconstrucción y remodelación) por más tiempo que la Sagrada Familia de Barcelona.