Tío Alberto

Gitano o payo pudo ser
o un aristócrata que ayer
perdió su cetro de oro y su corona,
camina sobre el bien y el mal,
con la cadencia de su vals,
mitad juicio y mitad mueca burlona.

Tío
Alberto, tío Alberto
cató de todos los vinos,
anduvo por mil caminos
y atracó de puerto en puerto.
Entre la ruina y la riqueza
entre mentiras y promesas,
aún sabe sonreír tío
Alberto.

Da todo lo que puede dar
su casa está de par en par,
quien quiere entrar tiene un plato en la mesa.
Pero no os cambia el cielo por
la orden de la Legión De Honor
que le
dió la República Francesa.

Tío
Alberto, tío Alberto
aún tiembla con los motores,
las muchachas y las flores,
con
Vivaldi y el flamenco.
Tiene de un niño la ternura
y de un poeta la locura
y aún cree en el amor, tío
Alberto.

Por ti
valsea en re bemol
agradecido el tibio sol
de ese otoño que hiciste primavera.
El vaso de mi juventud
yo lo levanto a tu salud,
rey del país del sueño y la quimera.

Tío
Alberto, tío Alberto
qué suerte tienes cochino,
en el final del camino
te esperó la sombra fresca,
de una piel dulce de 20 años
donde olvidar los desengaños
de diez lustros de amor,
tío
Alberto.

Joan Manuel Serrat

Nota: Dedicado a ese personaje de fabula que con su agradable conversar, su mente inescrutable e inmensa y su profunda pasión, llenó nuestra existencia de unas enormes ganas de vivir la vida como se debe, de tener un nido caliente y de cantarle al amor.

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